El apartamento quedaba sobre la carrera ochenta con carrera séptima, en el norte de Bogotá. Tenía ventanas grandes y varias habitaciones, como los apartamentos de antaño que tenían vista a los cerros, ahora nublados por edificios el doble de grandes. Ese miércoles 28 de julio el viento retumbaba por las ventanas y chocaba con las 31 cajas de documentos que poblaban las habitaciones huérfanas de muebles. Esas cajas estaban llenas de fotografías, escritos, recortes de prensa, diarios, libros y casettes que antaño pertenecieron a la escritora y periodista colombiana Flor Romero, durante toda una vida dedicada a las letras.
Llegamos al apartamento a las 9 de la mañana de ese miércoles lluvioso y gris. Somos tres practicantes, el coordinador del BADAC, Sergio Méndez, y la profesora e historiadora Sandra Sánchez. Nos recibe la hija de Flor Romero, Flor Ángela, quién hace la entrega de todas las cajas. Está entusiasmada por que empiece el trabajo de archivo de su madre y porque toda su memoria se conserve.
Sergio Mendez (2021). Flor Ángela Nohra Romero. Fuente: BADAC, Fondo Flor Romero.
Cuando llegamos, falta archivar unos documentos para poder pasarlos a unas cajas así que empezamos con la tarea. Cada una escoge una carpeta, saca los documentos y empieza a revisarlos. Hay que quitar ganchos, separar los archivos y guardarlos en respectivas carpetas. El piso del cuarto se convirtió en un gran collage lleno de papeles por el suelo. Recortes de prensa, fotografías, borradores, correcciones, todo con una huella de Flor Romero. Los artículos eran de hacía 20, 25 hasta 30 años y estaban agrupados temáticamente. Parecían todos parte de investigaciones que la escritora hacía previo a su proceso de escritura. Los documentos hablan por sí solos, pues el ahínco con que se guardaban dan cuenta de la ferviente investigadora que había detrás de los cuentos infantiles y las novelas históricas.
Sergio Mendez. (2021). Parte del proceso. BADAC: BADAC, Fondo Flor Romero.
Una vez quedan guardadas las carpetas con los documentos faltantes se terminó de empacar todo y quedaron listas para hacer el trasteo al archivo del BADAC en la Universidad de los Andes el día siguiente, el 29 de julio.
Después de que todas las cajas estuvieran organizadas en una de las oficinas del BADAC, empezamos con el proceso de inventario. Nos dimos cuenta que era uno de los archivos más grandes que tenía el Banco. Hay cajas donde reposa la vida literaria, periodística y personal de la escritora. Hay fotografías en Congresos de Periodismo, borradores de cuentos inéditos y otros manuscritos de libros publicados. Así como los increíbles tomos de la Revista Mujer, fundada por Romero en 1960.
Recto Verso
Por tanto, necesitábamos entender qué había llegado al BADAC: contamos más de 30 cajas, cada una contenida con entre 5 y 7 carpetas, que guardaban la historia de vida de una de las primeras periodistas del país.
Sergio Mendez. (2021). Fuente: BADAC, Fondo Flor Romero.
Dos pares de cajas tenían un letrero que decía “DIG” junto a una estrella en marcador rojo, esto quería decir que eran los primeros documentos que debíamos digitalizar. Es ahí donde empieza una de las labores más interesantes, pues empezamos a ojear cada documento y, así, etiquetarlo, preservando, siempre, el principio de orden original. En esas 4 cajas, encontramos documentos relacionados a cuentos inéditos de la autora, conversaciones con editoriales, lanzamientos de libros, investigaciones periodísticas, entre otros. Por lo tanto, empezamos a digitalizar los documentos, como fotografías y pequeños libros, en uno de los escáner planos del BADAC.
El proceso de digitalización es largo y arduo, lentamente se va creando el registro de cada documento, construyendo así una base de datos que servirá como cimiento para la posterior creación de la propia página web del fondo. El trabajo que se realiza, desde el almacenaje de los documentos en cajas, hasta la organización, separación y digitalización, apunta a uno de los principales intereses del BADAC: la preservación de la memoria. La labor que se lleva a cabo nos permite no solo conservar los diversos trabajos que moldean la obra de un artista, pero también posibilita la divulgación de estos archivos para ponerlos al servicio de la comunidad y, de esta manera, contribuir a la diseminación de las artes en Colombia.
El Fondo Flor Romero llegó al BADAC gracias a la intervención de Sandra Sánchez López, sus asistentes Liliana Cobos y Angélica Mantilla, la gran labor de Flor Ángela Nohra Rueda y Sergio Mendez, coordinador del BADAC. Pronto podrán visitar el Fondo Flor Romero en las instalaciones y la página web del BADAC.
Imagen destacada
Collage intervenido por María Paula Rubiano; Flor Romero en su apartamento de Cabo Tortuga, Santa Marta, 2014. Foto: Annabell Manjarrés Freyle. Fuente: Blog Annabell Manjarrés Freyle.