Las transformaciones de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de los Andes 1950 – 1990

Después de la segunda mitad del siglo XX, la enseñanza del arte en Colombia se vio fuertemente marcada por temas como el cuerpo, el territorio, la ironía y la política, debido a los grandes cambios que se dieron dentro y fuera del país. Por un lado, al interior se generaron cambios en la vida política y social[1]. Por otro lado, en el exterior surgieron fenómenos de modernización y de aproximación a las vanguardias europeas, que incursionaron en las élites liberales y en los valores paralizados de la academia. 

Estos nuevos movimientos intelectuales abogaron por la creación de escuelas superiores que buscaban nuevas formas pedagógicas propias que trascendieran la tradicional clase particular con un maestro. Con este nuevo paso, las bellas artes empezaron a consolidarse dentro de universidades. En el campo de las artes plásticas, si bien fue la Universidad de los Andes la que hizo el primer intento al abrir un programa, fue en la Universidad Nacional donde se estableció el oficio en 1965[2].

Catálogo Escuela de Bellas Artes Universidad de los Andes, 1967. Fuente: BADAC, colección fotográfica.

Al acercarse a la formación del arte que se daba en Colombia en la segunda mitad del siglo XX , es interesante observar las transformaciones que se constataron particularmente en la Universidad de los Andes. 

La historia de la Escuela de Bellas Artes en los Andes inició dentro de la sección femenina en 1954. Esta estuvo bajo la dirección de Hena Rodríguez, principalmente como una escuela privada y laica, en donde las mujeres más que por el propósito de estudiar arte asistían a cursos de artesanía doméstica con el fin de visitar el campus para conseguir un esposo distinguido, como lo eran los estudiantes de economía e ingeniería del país[3]

Fue entonces cuando la Escuela de Bellas Artes se fortaleció a lo largo de la década de 1960, bajo la dirección de Juan Antonio Roda. No obstante, por diversos factores se decidió dar cierre al programa en 1971. Se conoce que las razones generales del cierre fueron en términos económicos, políticos y por un cambio interno en la universidad. Las razones fueron: la poca rentabilidad dentro de la Universidad, la politización del arte en el ámbito nacional y el lugar del arte en las políticas institucionales de la universidad respectivamente. Pese a esto, fue hasta 1981 que se logró la reapertura de los cursos de arte gracias a María Teresa Guerrero, quien los organizó en forma de talleres artísticos para luego formalizarlos como programa profesional de Arte en 1989[4].

Ahora bien, el objetivo que se trazó en la Escuela de Bellas Artes de los Andes en la década de los años cincuenta, fue dar al estudiante una serie de herramientas y conocimientos básicos sobre pintura y escultura para poder capacitarlo en pro de una futura especialización.

El enfoque de las clases se dio, en su mayoría, en torno al dibujo, la escultura, la pintura, el dibujo publicitario, las artes gráficas, los textiles, la cerámica, la historia del arte y la composición[5]. En esta primera etapa, es posible resaltar la formación sobre técnicas y medios tradicionales que recibían los estudiantes, no obstante, a los docentes les interesaba más el hecho de que los jóvenes cultivaran un pensamiento crítico, estableciendo puntos de confrontación. 

Tal es el caso de la crítica de arte y escritora Marta Traba, quien se preocupaba por los artistas jóvenes en cuanto a su orientación, la revisión de sus errores y aciertos y por aportar elementos de juicio[6]

Coronación de Marta Traba, 1962, fotografía. Fuente: BADAC, colección fotográfica.

Además de ser docente en la Escuela de Bellas Artes, Marta Traba fue la representante de la estética del arte moderno en Colombia, debido a su defensa de la autonomía del arte y al señalamiento frecuente de principios de apreciación visual. 

De hecho, fue Marta Traba quién propuso la primera generación de artistas modernos en la historia del arte de Colombia, bajo la premisa de dejar atrás formas pictóricas heredadas del siglo XIX. Así pues, luego de un seguimiento riguroso el grupo quedó conformado por Alejandro Obregón, Fernando Botero, Eduardo Ramírez Villamizar, Edgar Negret, Enrique Grau, Guillermo Wiedemann y Juan Antonio Roda.  

Luego, a mediados de los años sesenta, Traba consolidó la segunda generación de artistas cuando se encontraba dirigiendo el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO). Allí Traba logró establecer el Museo como un lugar de experimentación para que este segundo grupo, conformado por Beatriz González, Santiago Cárdenas, Luciano Jaramillo, Bernardo Salcedo y Carlos Rojas, entre otros, tuvieran la capacidad de expresar nuevos lenguajes y significados que iban surgiendo en el cambiante mundo del arte[7]

Algunos de estos artistas influyeron directamente en la enseñanza del arte en Colombia, ya que varios impartieron clase en la Escuela de Bellas Artes en la Universidad de los Andes. Un claro ejemplo fue la clase de pintura impartida por Santiago Cárdenas y Juan Antonio Roda[8]

La expresión artística de los jóvenes que asistían a estas clases comenzó a presentar componentes experimentales, lo que hizo que se alejaran de las artes tradicionales en formas y medios conocidos en cuanto a los términos de escultura y pintura.

Dentro de estas transformaciones artísticas se encuentran cambios en los materiales, medios, oficios y técnicas[9], lo que llevó a que se pudieran observar nuevas materialidades en las obras expuestas por estudiantes, como fue el caso de la exposición de Textiles y Talleres artísticos en la Casa de Marques de San Jorge en 1983, en el marco de una clase de escultura, en la que se observa una obra poco convencional. 

Catálogo Escuela de Bellas Artes Universidad de los Andes, 1967. Fuente: BADAC, colección fotográfica.
Casa de Marques de San Jorge, exposiciones textiles y talleres artísticos, 1983, fotografía. Fuente: BADAC, colección fotográfica.

Es pertinente traer a colación el comunicado que emitió María Teresa Guerrero, directora de Textiles de la Universidad de los Andes en 1987, en el que indicó que entre 1955 y 1974 la pedagogía artística desbordó favorablemente la sociedad colombiana, pues marcó pautas para un desarrollo dinámico en las diversas manifestaciones de las artes plásticas del país.

Además, señaló que en el transcurso de aquellos años hubo un encuentro artístico entre los estudiantes y maestros, en el que se involucraban lenguajes propios con intereses individuales y metas particulares.  

Esto sucedió gracias a la participación y compromiso de los profesores, quienes mantuvieron una constante preocupación por transmitir el espíritu y los lenguajes de una cultura abierta. Más aún, dieron cabida al proceso creativo para que se expresara dentro de la modernidad, lo que se hizo evidente en las obras de varios profesores.[10] 

Finalmente, al observar la enseñanza de arte en la segunda mitad del siglo XX en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de los Andes, se puede percibir la transformación que denota el mundo del arte dentro y fuera de Colombia, lo cual se debe al ambiente libre de diálogo y a la discusión en las aulas académicas. Es así cómo la escuela logró resaltar la importancia de enseñar a los jóvenes artistas una manera de explorar nuevas formas de hacer arte fomentando la discusión, la crítica y sobretodo despertando una inquietud frente a este. 

Bibliografía 

Fondo: Departamento de Arte Catálogo

Guerrero, María Teresa. Colombia a través del ojo del artista.  Tejido y sentido, una metáfora de la vida, 1995. http://babel.banrepcultural.org/digital/collection/p17054coll10/id/2774

Gutiérrez, Alba. “Marta Traba y arte colombiano”. Artes, La Revista. n.º17, (2011): 49-61. http://bibliotecadigital.udea.edu.co/bitstream/10495/3442/1/92.%20Marta%20Traba%20y%20el%20arte%20colombiano.pdf

Huertas, Miguel. “Notas para una historia de la educación artística en Colombia en el siglo XX”. Banco de la Républica. Acceso el día 15 de octubre de 2020. https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-314/notas-para-una-historia-de-la-educacion-artistica-en-colombia-siglo-xx

Jaramillo, Carmen y Suárez, Sylvia. “Clásicos, experimentales y radicales 1950 – 1980”. Banco de la República. Acceso el día 16 de octubre de 2020. https://www.banrepcultural.org/coleccion-de-arte-banco-de-la-republica/clásicos-experimentales-y-radicales-1950-–-1980

Loaiza, Carolina, Gozánlez, Felipe y Hoyos, Juana. “De la represión de las Bellas Artes”. Revista REC, n.º 7 (2011): https://rec.uniandes.edu.co/wp-content/uploads/2012/05/Rec-7.pdf

Ospina, Lucas. “Historia: Departamento de arte”. Acceso el día 26 de noviembre de 2020. https://arte.uniandes.edu.co/departamento/historia/


Imagen destacada: Charla con Antonio Caro, Proyecto 500, 1988, fotografía. Fuente: BADAC, colección fotográfica


[1] Carmen Jaramillo y Sylvia Suárez. “Clásicos, experimentales y radicales 1950 – 1980”. Banco de la República. Acceso el día 16 de octubre de 2020 https://www.banrepcultural.org/coleccion-de-arte-banco-de-la-republica/clásicos-experimentales-y-radicales-1950-–-1980

[2] Migue Huertas. “Notas para una historia de la educación artística en Colombia en el siglo XX”. Banco de la Républica. Acceso el día 15 de octubre de 2020. https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-314/notas-para-una-historia-de-la-educacion-artistica-en-colombia-siglo-xx

[3] Lucas Ospina. “Historia: Departamento de arte”. Acceso el día 26 de noviembre de 2020. https://arte.uniandes.edu.co/departamento/historia/

[4] Loaiza, Carolina, Gozánlez, Felipe y Hoyos, Juana. “De la represión de las Bellas Artes”. Revista REC, n.º 7 (2011): https://rec.uniandes.edu.co/wp-content/uploads/2012/05/Rec-7.pdf

[5] Fondo: Departamento de Arte Catalogo

[6] Alba Gutiérrez. “Marta Traba y arte colombiano”. Artes, La Revista. n.º17, (2011): 49-61. http://bibliotecadigital.udea.edu.co/bitstream/10495/3442/1/92.%20Marta%20Traba%20y%20el%20arte%20colombiano.pdf

[7] Alba Gutiérrez. “Marta Traba y arte colombiano”

[8] Ibid, 54. 

[9] Fondo: Departamento de Arte Catalogo

[10] María Teresa Guerrero. Colombia a través del ojo del artista.  Tejido y sentido, una metáfora de la vida, 1995. http://babel.banrepcultural.org/digital/collection/p17054coll10/id/2774

[11] Fondo: Departamento de Arte Catalogo