Todos en algún momento de nuestras vidas hemos visto un álbum fotográfico familiar, ya sea el de nuestros papás, el de nuestros abuelos, incluso el de alguna amistad cercana. Entendemos que esas fotografías están ligadas a recuerdos especiales, que forman parte de una herencia y que son importantes y preciadas para nosotros, pero ¿por qué los consideramos así? Más allá del valor sentimental que estos documentos puedan tener para nosotros, el registro y la conservación de la memoria son elementos fundamentales para entender nuestro pasado, nuestra historia, no solo personal sino también nacional e incluso mundial.
Libros pertenecientes a la biblioteca personal de María Mercedes Carranza localizados en las oficinas del BADAC Cassetes localizados en las oficinas del BADAC
En 1945, meses después de haber terminado la Segunda Guerra Mundial, nace la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por su sigla en inglés), la cual busca «el fortalecimiento de las bases de una paz estable y un desarrollo equitativo y sostenible» (UNESCO) a través de la preservación y concientización sobre los recursos naturales y los valores culturales.
Estos últimos son sobre los que queremos llamar la atención, pues las fotografías, así como los cuadros, los libros e incluso los casetes son parte de algo llamado patrimonio que, según la Fundación ILAM, una ONG con sede en Costa Rica que busca el desarrollo de las capacidades institucionales desde un enfoque integral de la situación del patrimonio cultural y natural, es « […] el conjunto de bienes tangibles e intangibles, que constituyen la herencia de un grupo humano, que refuerzan emocionalmente su sentido de comunidad con una identidad propia y que son percibidos por otros como característicos. El patrimonio cultural como producto de la creatividad humana, se hereda, se transmite, se modifica y optimiza de individuo a individuo y de generación a generación». Este patrimonio puede dividirse en dos grandes grupos: natural y cultural; el natural, como su nombre lo indica, abarca lugares como parques nacionales, reservas de biosfera y monumentos naturales, mientras que el cultural (dividido en material e inmaterial) incluye monumentos, colecciones de arte, zonas arqueológicas, tradiciones, rituales, prácticas de medicina ancestrales y lenguas autóctonas.
Ahora bien, inicia septiembre y, con él, el mes del patrimonio cultural en Colombia; es por esto que desde el BADAC queremos presentarles una serie de cuatro entradas a lo largo de este mes para compartir con ustedes qué es el patrimonio cultural y así apreciar la belleza, la importancia y lo amplio que puede ser este concepto en el país, además de resaltar el trabajo de curaduría y conservación que realiza el Banco de Archivos Digitales. El Mes del Patrimonio Cultural en Colombia se conmemora desde 1998 y es una apuesta por parte del Ministerio de Cultura a abrir espacios de reflexión sobre la importancia de reconocer, salvaguardar, conservar, proteger y difundir los valores culturales de todas las regiones del país. De igual forma, los invitamos a visitar la página web Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) y estar pendientes de sus actualizaciones durante este mes para conocer todas las actividades que tienen planeadas alrededor de esta celebración del patrimonio cultural en Bogotá.
Imagen destacada
Fotografía de la Biblioteca de Diseño y Arquitectura de la Universidad de los Andes, por Valentina Prada (Instagram: @valentinapradafl)