Análisis de la identidad colombiana y femenina en el arte nacional es una serie de entregas que María José Castaño Sánchez, historiadora del arte de la Universidad de Los Andes, hace durante su práctica profesional para el BADAC sobre la incursión que ha tenido a lo largo del tiempo la figura femenina en el arte colombiano. En su análisis busca esbozar cómo una tradición casi inexistente se abre paso hasta alcanzar un lugar que es capaz de redimir y dignificar el papel de la mujer. «La emancipación del cuerpo femenino» es la sexta parte de esta serie.
La emancipación del cuerpo femenino
El cuerpo femenino no puede escapar de su condición de materialidad, pero puede negarse a ocultarse o exhibirse como objeto del deseo masculino por medio de su apropiación y expresión, es decir a través de un completo dominio de su corporeidad. Esta actitud permite un encuentro con la esencia misma del ser que conlleva a explorar su entorno y asumir un rol activo frente a su realidad. De esta manera, el femenino tradicional, determinado por su clase social y género, al desnudarse, se apropia de su materialidad y se convierte en un sujeto transgresor que construye su propia identidad, discordante con la cultura patriarcal. El desnudo concebido por una mujer permite que el “yo” femenino sobrepase sus propias fronteras como sujeto, se visibilice y se exhiba ante la mirada del otro; mientras se rebela contra el imaginario de la mujer tradicional para así desarticularlo. Débora Arango y Hena Rodríguez Parra fueron las primeras mujeres colombianas en retratar desnudos femeninos, una práctica históricamente masculina, para reconstruirla desde una perspectiva femenina, eliminando la mirada y el deseo masculino. Estas artistas posibilitaron que el cuerpo femenino se emplee como territorio de acción política, y como ente de reacción a injusticias e impunidades frente a ciertos acontecimientos suscitados en Colombia. La obra artística de María Evelia Marmolejo y Nadia Granados se enfoca en el performance que emplea al cuerpo como un elemento discursivo que cuestiona y confronta aspectos relevantes de la realidad sociopolítica del país, tales como las violaciones de derechos que se evidencian en las desapariciones forzadas, masacres, desplazamientos forzados, violencia sexual y explotación ecológica.
En la siguiente entrega “El erotismo desmesurado” la autora hace una aproximación a la sexualidad dentro del arte, teniendo en cuenta a artistas colombianas que influyeron en el arte crítico y en la ruptura de la lógica patriarcal.
Foto destacada: Débora Arango. «La Mística«. 1940.
Imágenes:
Débora Arango. “La amiga”. 1939. Acuarela. 60 cm x 140 cm. Fuente: Colección Museo de Arte Moderno de Medellín.
Hena Rodríguez Parra. “Desnudo femenino”. 1945. 88.5 cm x 54.3 cm. Fuente: Colección Museo Banco de la República.
Débora Arango. “Desnudo”. 1948. Acuarela. 78 cm x 56 cm. Fuente: Colección Museo de Arte Moderno de Medellín.
María Evelia Marmolejo. “Anónimo 1”. 1981. Performance. Fuente: Museo Nacional.
Nadia Granados. “Amores que matan”. 2011. Performance. Fuente: Museo Nacional.
Referencias:
Cixous, Hélène. «The laugh of the Medusa.» Feminisms Redux (2009): 416-431.
Giraldo, Sol Astrid. “Cuerpo de mujer, modelo para armar”. Medellín: La Carreta Editores, Alcaldía de Medellín, 2010.
Santos, S. P. B. (2016). “El Cuerpo como símbolo de emancipación política: dos casos relevantes en el arte contemporáneo colombiano María Evelia Marmolejo y Nadia Granados”. Atrio. Revista de Historia del Arte, (22), 204-217.