Análisis de la identidad colombiana y femenina en el arte nacional es una serie de entregas que María José Castaño Sánchez, historiadora del arte de la Universidad de Los Andes, hace durante su práctica profesional para el BADAC sobre la incursión que ha tenido a lo largo del tiempo la figura femenina en el arte colombiano. En su análisis busca esbozar cómo una tradición casi inexistente se abre paso hasta alcanzar un lugar que es capaz de redimir y dignificar el papel de la mujer. «La artista no binaria» es la novena y última parte de esta serie.
La artista no binaria
Las artistas de Colombia han desarticulado el mundo opresor antiguo por medio de la aceptación y exhibición del cuerpo femenino, y la verbalización y representación de su erotismo. La mujer ha logrado revocar la dicotomía, de manera que las oposiciones binarias que históricamente han negado la agencia femenina y la posibilidad de auto-representación han sido reestructuradas. El sujeto debe comprender y coexistir con la diferencia, es decir, esta debe ser reconocida, recibida y celebrada para que no continúe siendo negativa y destructiva. Las artistas transgresoras desde la periferia han resuelto el problema identitario femenino colombiano por medio de la construcción de un nuevo sujeto híbrido, dispuesto a constantes transformaciones para proyectar un nuevo modelo de sociedad y convivencia. Por consiguiente, los sujetos ya no están sujetos a dualidades, y su identidad es una construcción individual. El arte femenino posibilita la construcción de un arte inclusivo que se enriquece a través de diferencias. Por ende, el artista es fluido y flexible, pues se encuentra en constante devenir por el proceso de sumar diferencias, las cuales le permiten exceder lo que es. Por consiguiente, Santiago Echeverry puede ser Carmen Miranda denunciando las matanzas de Urabá, o Álvaro Barrios puede ser Marcel Duchamp como Rrose Sélavy. En conclusión, en el nuevo arte erigido por sujetos femeninos el artista posee libertad absoluta mientras respete y acepte las diferencias del otro.

Foto destacada:
Santiago Echeverry. “Mitzi Ross”. 2017.
Imágenes:
Luis Caballero. “Sin título” (Tríptico). 1973. Óleo sobre papel entelado. 195 cm x 390 cm. Colección: Fondos BADAC.
Vulpe Davis. “God Save the Queer!”. 2018. Fuente: Fundación Arkhé.
Álvaro Barrios. “Álvaro Barrios como Marcel Duchamp como Rrose Sélavy como L.H.O.O.Q.” 1980. Grabado popular de edición ilimitada.
Santiago Echeverry. “Carmen made me so”. 1996. Fuente: Santiago Echeverry.
Flor María Bouhot. “Los colores del deseo”. 2019. Fuente: Universidad EAFIT.
Referencias:
Cixous, Hélène. «Sorties: Out and out: Attacks/ways out/forays.» The logic of the gift: Toward an ethic of generosity (1997): 148-173.
Lafita Fernández, Valeria. “Latinoamérica con voz de mujer un análisis de la identidad latinoamericana y femenina en cuatro novelas de Gioconda Belli”. Universitat Autònoma de Barcelona, 2016.